La piedra cincelada es el marco de multitud de edificios religiosos que repasan la historia del Condado de Ribagorza. La Entidad Local Menor de San Feliu de Veri no es ajena a este arte que dominó la Baja Edad Media. Varios buenos ejemplos de estos templos han quedado conservados en los núcleos de Renanué, San Feliu y San Valero. La conservación y remodelación no oculta las estructuras básicas del románico y dejan, en la actualidad, un atractivo punto de encuentro cultural para el visitante.
La iglesia de San Esteban de Renanué data del siglo XII, está formada por una nave principal con capillas laterales y el torreón adosado al hastial. Construida en en mampostería, su cilindro absidal se encuentra orientado con un pequeño ventanal al sur. La entrada se encuentra representada con un arco de medio punto dovelado en la parte lateral en un espacio bajo la torre.
La iglesia de San Félix en San Feliu de Veri es anterior al siglo XVI, cuando fue restaurada durante ese siglo construida en mampostería. A simple vista observamos la torre campanario así como su bóveda de cañón apuntado que cubre la totalidad del edificio. Los accesos a la misma también se muestran renovados, ya cercanos al siglo XXI, así como las ruinas restauradas que parecen ser de un la antigua casa del cura, L’Abadía. En una última obra de restauración se hallaron antiguos enterramientos en el pórtico un restos de pinturas.
La iglesia de San Valero, aldea ahora deshabitada, es un edificio de una sola nave rectangular y cubierta por una bóveda de cañón. Dispone de una capilla a cada lado cerca de la cabecera. La torre se levanta sobre el pórtico que precede a la puerta. Es de planta cuadrada y su factura es similar al del resto del edificio.